Una constante que ha perdurado desde los inicios de la humanidad es el trabajo; tiene un lugar muy especial en nuestras vidas, ya que nos da un sentido de identidad y propósito. Es el medio perfecto para conocernos y establecer relaciones a través de los diversos mercados globales.
Incluso si me detengo a reflexionar y rememorar una frase muy común en la niñez, que muy seguramente te la planteabas o te hacían tus papás era… “¿Qué quieres ser cuando seas grande?” Posiblemente tu respuesta fue ser bombero, doctora, piloto o arquitecta, dejando muy en claro esa postura, viviendo fuera del tiempo.
Pero romperé esta idea romántica para dar paso a lo que día con día nos enfrentamos en el mundo del trabajo, seguido de un punto crucial que marca el desarrollo de la sociedad, y es la capacidad de reinvención y adaptación.
¿Qué pasaría si te dijera que...? “El 65% de los estudiantes de primaria trabajará dentro de 10 o 15 años en profesiones que todavía ni existen”. ¿Lo creerías?
Pues, Microsoft en el 2016 arrojó este dato mediante un informe, que vino a expandir la consciencia y flexibilizar el pensamiento; el mundo avanza a tal velocidad, que no ir a su paso representa un estancamiento y casi una imposibilidad para cohabitar en este planeta. Los trabajos que imaginábamos ser hace no mucho, hoy son posiciones que se han reinventado y desfragmentado para dar paso a nuevas profesiones.
Pero antes de seguir, quiero dejar en claro que la evolución del trabajo ha traído consigo grandes beneficios, desde la prehistoria hasta la era tecnológica se han logrado cosas inimaginables, y hoy por fortuna lo tenemos al alcance de nuestras manos. Para muestra, sólo sigue leyendo…
- La generalidad de los trabajos estaba sujeto a un horario de 9 a 5; hoy la flexibilidad del tiempo comienza a expandirse como una cultura normalizada.
- Trabajar en una oficina o tener una propia era un escalón arriba en el estándar social; hoy los espacios de trabajo son variables desde un coworking, home office o incluso la playa.
- Los recursos físicos y técnicos tenían que usarse exclusivamente en los corporativos; hoy tu oficina se encuentra en la nube para manejarla a través desde cualquier dispositivo.
- Antes, seguir un proceso y protocolo lineal era la forma de hacer bien tu trabajo; hoy el enfoque está en el resultado.
- Silenciar la voz del colaborador resultaba normal; hoy dar voz es abrir la mente a talentos en potencia, para crecer y mirar en la misma dirección.
Podrán cambiar los tiempos, las profesiones, las tecnologías, las maneras, pero nunca dejará de existir el mundo del trabajo. Y lo más importante, con todo el conocimiento adquirido lo que más se valora es la capacidad de adaptación; por ahora todo apunta a un futuro más colaborativo, cambiante y sorprendente, por lo que nos toca a nosotros pulir nuestras habilidades y mostrarlas al mundo.